1. Composición nutricional: Los sustitutos de leche para animales deben contener nutrientes esenciales que se encuentran en la leche materna de la especie a la que se dirigen, como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. La composición nutricional debe ser adecuada para satisfacer las necesidades del animal durante su crecimiento y desarrollo.
2. Seguridad alimentaria: Los sustitutos de leche para animales deben ser seguros para el consumo y no contener sustancias dañinas o tóxicas. Deben cumplir con los requisitos legales y reglamentarios en términos de higiene, calidad y seguridad alimentaria.
3. Palatabilidad y aceptabilidad: Los sustitutos de leche para animales deben ser sabrosos y atractivos para el animal. Deben ser fáciles de digerir y no causar problemas gastrointestinales.
4. Facilidad de uso y almacenamiento: Los sustitutos de leche para animales deben ser fáciles de preparar y almacenar. Deben tener una vida útil adecuada y poder ser almacenados en condiciones ambientales normales.
5. Información y etiquetado: Los sustitutos de leche para animales deben incluir información clara y precisa en el etiquetado sobre su composición, modo de uso y almacenamiento, fecha de caducidad y advertencias para evitar la alimentación inadecuada del animal.
Es importante destacar que la industria fabricante de sustitutos de leche para animales puede seguir estándares adicionales o específicos que se apliquen a su mercado y productos en particular.